sábado, 11 de enero de 2014

Me dijo que escriba

Me dijo que escriba, me pidió que escriba. Al fin y al cabo, que tiene de interesante escribir?. Si, es una forma muy bonita de expresar los sentimientos, las incognitas, las travesías y los desayunos de los jueves. Pero me ensimismo, y doy cuenta que el escribir encierra ideas, las cementiza diría un don nadie. Una idea escrita, se queda escrita ahí y allí muere, para el que lo escribe mantiene esa idea, entonces el escritor solo escupe. De un momento a otro, quizá el frío no se sentía tanto a las orillas del Rio de la Plata, quizás no dibujamos 100 veces el fuego en el aire, quizás tantas cosas pueden haberse modificado, pero la idea sigue estando inmutada.
Es decir, el escribir tiene como buenaventura el volar con las manos o los dedos . Cuando hablo de escribir, me refiero a dibujar con las letras, que ya no se hable mas con vocales y se pase a hablar solo con consonantes, acentuando la forma de pronunciarlo para intensificar su sentido. Puede ser una sopa de ideas, una idea de letras, puede ser una pintura, puede ser mucho una escritura.  Es arte, y así debe ser tratado. Escribir para enseñar? Podríamos, pero quizás las aces y las eses no esten volando si no un poco atadas a la moralidad, a la etica del ser/ente del aire, perderíamos todo eso que en este instante me puedo permitir. Escribir para concretar mis ideas?, es algo inconcluso, las ideas se disfrutan mas cuando no son consisas cuando tienen poco de base, cuando son solo suspiros, o movimientos de labios entreabiertos que se comunican con otros que son tubos de deseo y se pasan las brisas de algo que los llena y los vacía en cada instante.  A cada momento, sas, hay que tener papel y lapiz, hay que saber estarlo, atento a ello, atento a cada momento, porque digo esto?. Porque nuestra mentesita; pobre de ella; esta moldada por tantas injurias, lamentablemente uno se vuelve superficial con todas estas manías de la gente, uno se vuelve indiferente, y los momentos pasan a ser recuerdos de una mente amoldada, por eso hay que tener una libreta y un lapiz para ir escribiendo sobre la vida, ir trazando los caminos de los pies. Quizas pasen tantas cosas que si las escribimos, al pasar nos pierdan, si, nos pierdan ellas de vernos, ellos los pajaros azules de canto de gota, quizas ellos se pierdan de nuestros ojos, quizas ellos sean quienes graban y nosotros quienes pasan y ya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario