martes, 22 de abril de 2014

Matesito

Venía con la ventana abierta, culpa del calor de la cabina que se ensimismaba y retorcía con el espesor de grasa y aceite automotor. El sol inclinado ardía en los hombros de carbón de Raúl, y casi que flotaba por los gruesos resortes de su asiento. Venía solo, poco más de 80 km/h. Si, venía solo como siempre, ni siquiera tiznaba a frenar cuando los viajeros casi que se tiraban bajo las ruedas por sed y hambre. Pensaba mucho Raúl, de eso no hay dudas. No solo tenía en su cabeza las horas faltantes o las reuniones nocturnas con los compañeros. Era la ruta 9, pura llanura, allí el pensamiento se expande, mucho mas que en las sierras, donde rebota y se va para el cielo. En este momento estaban dadas las condiciones para deleitarse con su mar neuronal, la coyuntura era totalmente plausible. Todo estaba quieto, gira la cabeza y vé su camperón apoyado en el respaldo del acompañante. Acaricia con sus cachetes el frente del parabrisas y empuja todas las pilas que no sirven, propagandas amarillas, trapito para el frío. Hasta que llega a su mate y de improvisto la vida se torna diferente, es decir, el ver tiene otro tinte, claro, porque ahora hay que tomar mate, pero antes hay que prepararlo, y todo eso conlleva a una satisfacción latente que espera siempre asomada. De esta forma, Raúl suelta el volante y frota sus manos, agarra la yerba que esta ahí nomas al alcance del mínimo esfuerzo, y llena el mate hasta por la mitad. Le gustan bien amargos, tiene su termito preparado que lo apoya a su izquierda en el apoya vasos. Y así comienza, lo cíclico del mate, el deshuezo de su biología. Así también cae agua verde que mancha su camisa blanca. El piensa que no está mal, solo es una marca. Porque sí, hay que ser sincero, estuve tomando matesito y acá esta mi prueba Para qué refunfuñar. Como verán esto siguió hasta que se aguó la yerba, ya después de eso o preparás otro, o esa satisfacción latente se va. Y Raúl ya acostumbrado dejó el mate aguado con yerba fría y decidió ceder al volante y a la vista inigual de la ruta que se seguía moviendo.
Y como para ya deshacerse del mate que parecía que le gritaba, tiró la yerba por la ventaba y toda su vida se fué con ella

lunes, 14 de abril de 2014

Fuego

Uno se queda tiezo,
fugandose del entonces pensamiento
que apelmaza la sien.
Uno mira el naranja desde adentro,
y sus sienes comienzan a vibrar poco a poco,
abre y escabuye,
alargando las palabras estancadas.
Uno allí, con ese fuego legendario,
que no habla pero si entromete,
uno allí es pleno, 
uno, las piedras, uno, la tierra
uno, las cenizas, el uno es feliz.
Hay resoplidos, que son caricias
que uno sabe comprender.
A cada segundo junto al fuego,
la vida es total.
No se puede hacer 
punta ancha a su calor,
es un regalo humilde.
Inmensa debe ser mi boca
para expandirse con su llama,
con su perfecta caricia
que nunca hiere, pero si marca.
Es certero y no miente,
siempre es igual con puntas al cielo,
blanco en su centro 
para enrojecerse en los bordes,
cálido por la eternidad.

Me escupe su cara,
y soy por segundos su reflejo,
segundos que quedan procesados.
Amo quemarlo todo, amo el fuego y su mar ciego.

lunes, 7 de abril de 2014

Desliza.... .. . . . .

Escucho agua caer en un cilindro de plastico de base uniforme, se oye como un grito ahogado que proviene de puertas que se abren con el fluir natural. Mientras mas agua es la que se derrama, mas agudos son los gritos, mas rechinantes en espacios reducidos, permaneciendo en el fondo el dolor mas proximo de la vida. Luego buscando otra señal frente a mi, veo y no dejo de ver en un ventanal cuasi lineal, pero rectangular: un rostro acechando con sus descoloridos cabellos y piel rugoza, analizando su entorno y buscando fuera de si ese dolor, que nunca lo encontrará, a menos que logre disfrazarlo, cuestion de desbarrancar sus pensamientos, y cuando lo ha hecho, con conformismo latente pero poco estable, da media vuelta e incrusta su poca claridad a lo mas insignificante y remoto del color real de una hoja seca de otoño.
Y prestando atención, como siguiendo su juego de azar, pero que esta predestinado, con destino de azar, visualizando otros aspectos, esa capa plasmática que forma  el agua en sentido de predicción, titubeando, esperando que abran caminos para recorrer y dibujando en el suelo. Escribiendo en un diario, su historia se hace a la luz para quien decide ser parte de ello. Yo decididamente quiero ser parte de todo eso desde el antro blanquecino de un dia nublado, hasta burbujas de aire en alta mar, que voy a saber yo de alguien, de donde proviene, quizás un mundo en mi mente, mi alma. Si, mi espiritu comienza a rebotar, saltar y apretujar su celda dentro mio, para alzarse en un vuelo infinito hacia los misterios mas oscuros del universo. Y veo gente andar perdida por ellos y por quienes solo andan sin ver nada mas que sus pies sobre un suelo procesado a mil grados centigrados...

jueves, 3 de abril de 2014

Política III

Volviendo a casa, caminando. Veo a un acompañante de camionero, que al pasar denota indiferencia. Comienzo a enraizar eso. Caigo como en un vaso con agua. Creo que todos somos todo, pero no un todo estático, sino un todo en constante cambio. Y que la gente común con esto del materialismo se abstrae de la humanidad.
Hay que ser presente de que formamos parte del circulo social, que nuestra mirada e intención siempre genera un efecto, porque el hombre es democrático por ecuación, así es como una opinión de cómo vamos a organizar las leyes o tal cosa es alegórico de la intención con que vivimos, de la percepción para con los otros individuos. Son diferentes formas de expresarlo, pero siguen siendo expresiones, y ese valor es similar si no quiero decir igual en los dos casos.
La mirada del capitalismo teológico se basa (vagamente) en tomarlo todo como proceso para la producción. Eso, hay que revertirlo, ya que la producción tiene un objetivo humano por excelencia. No caben dudas que pensarlo al revés. no solo es abstraerse del contexto natural, sino que y acompañado es inhumanizarse.