lunes, 17 de marzo de 2014

El bajón del martes

Esto está escrito y no se mueve de allí, son solo palabras al azar, salen para quedarse, para estancarse y pesar con su masa brumosa. Cada letra pensada es un instante más de quietud, de creación imperfecta y fugaz, pura y solamente fugaz, no aviva la sangre ni salpica a los ojos. Es una vaga realidad, es totalmente lejano, no duele ni enfría, tampoco te pone los pelos de punta ni mucho menos llora, se queda amontonado en la garganta y no te suelta. Cada letra lo apelmaza mas, y al intentar inmiscuirse uno en el asunto no encuentra cosas, como si no existiese algo, porque evidentemente son solo letras. Y que puede uno hacer en ese momento/instante mas que permanecer estático y morir.Porque ese vacío creado por nuestra mente traicionera... duele, pero en silencio, es un desdén, es un "nomequieras,nopuedoconeso". Que nadie me quiera ni se atreva a quererme, soy falso e hipócrita, soy solo letras y nada más, solo aire pesado e inescrupuloso. Soy la abstracción de la vida, una media usada de trapo, una respiración de boca, un cuchillo que no corta, yo que sé. Que puedo saber?!. De nada estoy seguro. Nunca lo estoy. Y si arranco casi que no voy, por que al ir caigo.
Tengo y debo caer, explotar en mil pedazos, lastimarme, equivocarme todo el tiempo y no hacer nada bien, ser pura basura. Aunque sea para llorar esta esponjosa almohada de palabras inútiles. Mojarme en el frío y sufrir. Sufrir la vida, dejarse moldear por las cosas, dejarse golpear. CATAPUSQUITO!

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